martes, 26 de mayo de 2009

XXIII De cómo explica Hermes que el espíritu se defiende de la insensatez

En cuanto a los insensatos, los malos, los viciosos, los envidiosos, los codiciosos, los asesinos, los impíos, me mantengo lejos de ellos, cediéndole el sitio al espíritu vengador quien, aplicando el aguijón del fuego a los hombres de tal disposición a través de los sentidos, los arman mejor para las acciones bajas a fin de que les sea aplicado un mayor castigo. Así ese hombre no cesa de llevar su deseo hacia apetitos sin límites, guerreando en las tinieblas sin que nada pueda satisfacerlo, y eso es lo que le tortura y aumenta sin parar la llama que le quema.

lunes, 18 de mayo de 2009

XXII De cómo el Nous es guardian y protector de las puertas

Pero, pregunté, dime aún, ¿cómo iré yo mismo a la vida, Noûs mío? y Dios dice: "que el hombre que tiene Intelecto se reconozca a sí mismo".

¿No tienen en efecto Intelecto todos los hombres?

– Controla tu lengua, amigo mío. Yo, Noûs, estoy con los que siguen la ley divina, son buenos, limpios y misericordiosos, estoy junto a los que obran reverentemente, mi presencia se convierte en socorro e inmediatamente conocen todo y se les hace propicio el Padre por el camino del amor, y con cariño filial le dan las gracias mediante plegarias e himnos, según lo que está ordenado respecto a Dios. Y antes de abandonar su cuerpo a la muerte, que le es propia, aborrecen sus sentidos pues conocen sus operaciones. Más aún, yo, Noûs, no dejaré que las acciones del cuerpo, que les asaltan, lleven a cabo sus efectos sobre ellos. Pues, en mi calidad de guardián de las puertas, cerraré la entrada a sus acciones malas y vergonzosas, poniendo término a sus quimeras.

viernes, 1 de mayo de 2009

XXI De cómo volver a nacer


Has comprendido bien, amigo. Pero ¿por qué "el que se ha conocido a sí mismo va hacia Dios", como dice su palabra?
– Porque, respondí, es de luz y de vida que está constituido el Padre de todas las cosas, de quien nació el Hombre
– Dices bien: luz y vida, eso es el Dios y Padre de quien ha nacido el Hombre. Si aprendes pues a conocerte como hecho de vida y luz, y que son esos los elementos que te constituyen, volverás a nacer otra vez.

He ahí lo que me dijo Poimandrés.