Me has enseñado bien todas las cosas, como yo quería, oh Noûs. Pero háblame también del ascenso y cómo se produce.
A eso Poimandrés respondió:
– Primeramente, en la disolución del cuerpo material, pues lo entregas a la alteración, la forma que tenías cesa de ser percibida, y abandonas al espíritu tu yo habitual, a partir de ahora inactivo, y los sentidos corporales remontan a sus fuentes respectivas, de las que se convierten en partes, y son de nuevo amalgamados con las Energías, mientras el irascible y el concuspicible van a la naturaleza sin razón.
– Primeramente, en la disolución del cuerpo material, pues lo entregas a la alteración, la forma que tenías cesa de ser percibida, y abandonas al espíritu tu yo habitual, a partir de ahora inactivo, y los sentidos corporales remontan a sus fuentes respectivas, de las que se convierten en partes, y son de nuevo amalgamados con las Energías, mientras el irascible y el concuspicible van a la naturaleza sin razón.
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